En cuanto
a la relación entre la ingestión de café y el riesgo de cáncer de próstata se
han publicado diversos estudios. En uno de seguimiento, se encontró una
asociación inversa entre el consumo de café y el riesgo de padecer cáncer de
próstata en hombres que consumían seis o más tazas de café
por día (Wilson y col.,
2011), atribuyendo esta respuesta a los componentes quimioprotectores que de
manera natural contiene el café (cafeína, cafestol, kahweol, ácidos
clorogénicos, ácido caféico). La cafeína, el principal componente antioxidante
del café tiene actividad en la supresión de tumores (Wiseman, 2008); los
diterpenos, cafestol y kahweol, tienen propiedades anticancerígenas y estimulan
los mecanismos de defensa antioxidante dentro de las células (Cavin y col.,
2002; Huber y col., 2003); el ácido clorogénico es un potente antioxidante e
incrementa la sensibilidad a la insulina.
Otro
estudio, uno prospectivo de cohorte realizado en el Reino Unido, que incluyó a
6017 hombres, encontró que a mayor consumo de café menor riesgo de cáncer de
próstata y que los hombres que consumieron 3 o más tazas de café por día,
redujeron su riesgo de padecer la enfermedad en 55% comparado con los no
bebedores de café (Shafique y col., 2012). Recientemente
fue publicado otro estudio de cohorte realizado en Japón con duración de once
años, que incluyó la participación de 18,853 hombres. Se encontró una
asociación inversa entre el consumo de café y el riesgo de incidencia de cáncer
de próstata. Los efectos protectores por beber café fueron robustos para
aquellos hombres de mayor edad, sin sobrepeso y que eran fumadores. Se observó
un comportamiento dosis-respuesta y se estimó que aproximadamente 37% de los
cánceres de próstata podrían prevenirse en hombres que consumían tres o más
tazas de café por día, comparado con los no consumidores de café. Los
resultados encontrados en este estudio se atribuyen a la asociación que existe
entre el consumo de café y la reducción en el nivel de compuestos relacionados
con la inflamación y con los niveles de hormonas como la testosterona, los que
pueden tener un papel potencial en el desarrollo del cáncer de próstata y su
progresión.
REFRESCOS
Los hombres
que beben una gaseosa de tamaño normal por día tienen un mayor riesgo de
padecer las formas más agresivas de cáncer de próstata, según un nuevo estudio
sueco.
Entre los hombres que consumían una gran cantidad de refrescos u otras bebidas
con azúcar agregada, los investigadores
pudieron observar un aumento en el riesgo de cáncer de próstata cercano al 40
por ciento.
Aquellos
hombres que bebían unos 330 mililitros de refresco al día eran un 40 por ciento
más propensos a desarrollar formas más serias de cáncer de próstata que
requieren tratamiento. El cáncer que se hubo desarrollado fue descubierto
después de que los hombres mostraran síntomas de la enfermedad, y no a través
del proceso de selección conocida como antígeno prostático específico (PSA).
Aquellos hombres que consumían una dieta rica en arroz y pastas tenían un aumento del riesgo de desarrollar formas más leves de cáncer de próstata, que a menudo no requiere ningún tratamiento, en un 31 por ciento, mientras que un alto consumo de cereales azucarados mostró una posible incidencia de las formas más leves de cáncer en un 38 por ciento.
Aquellos hombres que consumían una dieta rica en arroz y pastas tenían un aumento del riesgo de desarrollar formas más leves de cáncer de próstata, que a menudo no requiere ningún tratamiento, en un 31 por ciento, mientras que un alto consumo de cereales azucarados mostró una posible incidencia de las formas más leves de cáncer en un 38 por ciento.
Aunque mucha
más investigación es necesaria antes de que las pautas dietéticas sean
cambiadas, al momento existen una
cantidad de razones por las cuales una persona debe reducir el consumo de
bebidas gaseosas o alimentos con gran contenido de azúcar.
CARNES ROJAS
Carnes rojas Las carnes rojas
proveen grasas más saturadas que las fuentes de proteína magra, como el
pescado, pechugas de pollo y legumbres. Los hombres que comen una dieta rica en
carne son más propensos a desarrollar y morir por cáncer de próstata, de
acuerdo a un reporte publicado en "Update" del 2003. La carne
particularmente alta en grasas saturadas incluye carnes de órganos como el
hígado y riñones, carnes altas en grasa, costillas de cerdo, cordero, carne
molida, aves de carne oscura, salchicha, tocino, perros calientes y jamones
como el pastrami. Si disfrutas las carnes rojas escoge los cortes más magros y
mantén porciones modestas. Si tienes cáncer de próstata, las fuentes de
proteína magra son importantes para la reparación del tejido, fuerza física y
la función del sistema inmunológico durante el tratamiento y la recuperación.
Productos lácteos Los productos lácteos altos en grasa son también altos en
grasas saturadas y vinculadas al aumento de riesgo de cáncer de próstata y
consecuencias fatales de la enfermedad. De acuerdo a una investigación
publicada en "International Journal of Cancer" de febrero de 2007,
los productos lácteos en general pueden aumentar estos riesgos. Los
investigadores analizaron el calcio y el insumo de lácteos en relación al
riesgo de cáncer en la próstata en 29.133 hombres fumadores con edades de 50 a 69
años. Después de 17 años de seguimiento y análisis, se encontró que los hombres
que consumían dietas ricas en lácteos y calcio eran más propensos a desarrollar
la enfermedad, que los hombres que no lo hicieron. Si tienes alto riesgo de
cáncer de próstata, limitar los productos lácteos puede ayudar a disminuirlo.
Sin embargo, ya que el calcio es importante para la salud en general habla con
tu doctor o nutricionista antes de cortarlos significativamente. Las variedades
particularmente altas en grasa incluyen la leche entera, crema de leche, queso
cheddar, crema agria y productos de leche entera como la mantequilla y el
helado.
CARNES PROCESADAS
La carne se compone
de varios componentes, como el hierro hemo. La carne también puede contener
sustancias químicas que se forman durante el procesamiento de carne o su
cocción. Por ejemplo, entre productos químicos cancerígenos que se forman
durante el procesamiento de carne se incluyen compuestos N- nitroso e
hidrocarburos aromáticos policíclicos. La cocción de la carne roja o carne
procesada también produce aminas aromáticas heterocíclicas, así como otros
productos químicos incluyendo hidrocarburos aromáticos policíclicos, que
también se encuentran en otros alimentos y en la contaminación del aire.
Algunos de estos productos químicos son carcinógenos conocidos o sospechosos,
pero pese a este conocimiento todavía no se comprende completamente cómo se
incrementa el riesgo de cáncer por la carne roja o la carne procesada.
ALCOHOL
Beber mucho, sobre todo cerveza, aumenta el riesgo de cáncer de próstata
altamente agresivo, encuentra un estudio reciente. Los investigadores no
buscaban determinar el efecto del consumo de alcohol sobre el cáncer de
próstata, sino más bien evaluar la eficacia de finasterida (Proscar, Propecia),
un medicamento que se receta para prevénir el cáncer de próstata. Y encontraron
que el consumo excesivo de alcohol reduce el efecto de la finasterida de
prevención del cáncer.
LÁCTEOS
El calcio de productos lácteos se asociaba con riesgo de cáncer de
próstata también pero no el calcio de otros alimentos. En opinión de los
investigadores, sus resultados refuerzan la hipótesis de que una alta ingestión
de proteína o calcio de productos lácteos puede aumentar el riesgo de cáncer de
próstata.
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